ENTENDIENDO LA ORTOREXIA

 “Todos los días me levantaba y lo primero que hacía era repasar mentalmente las comidas que debía hacer ese día, cómo tenía que cocinarlas, a qué hora y dónde comerlas, supuestamente para cuidar mi salud. Debía desayunar a las 7:30h: fruta orgánica cortada en el momento, kéfir bio, copos de avena puros y agua filtrada.

Debía comer siempre antes de las 14:00h; mi comida consistía en vegetales de 3 colores diferentes crudos o al vapor, con aceite crudo, pan de masa madre que hacía yo misma y unos cortes de pescado blanco o azul. Para merendar, solo podía tomar frutos secos crudos. Todos los días eran iguales, daba igual que fuera fin de semana o vacaciones. Dejé de ir a comidas familiares, dejé de salir con mis amigos, dejé de ir a restaurantes y las pocas veces que viajaba me llevaba mi propia comida.

Perdí oportunidades laborales porque no eran compatibles con mis reglas y rituales de alimentación. Mi vida social y familiar eran un completo desastre. Lo curioso es que llegó un momento en que veía el problema, pero me daba pánico romper con todas las normas que regían mi vida y que me hacían sentir segura, sana y de algún modo especial”.

Este testimonio es solo un ejemplo de cómo se puede manifestar la ortorexia en una persona y hasta qué punto puede llegar a limitar su vida y poner en riesgo su salud. Resulta paradójico, porque la motivación principal detrás del inicio de una ortorexia es la salud. De hecho, a menudo empieza por un “voy a comer más sano” “voy a aprender hábitos de alimentación saludables”. Y resulta que, en esa búsqueda del ideal de salud, no solo no la encuentran, sino que la van perdiendo a todos los niveles: física, mental, emocional y social. Algo no funciona, ¿verdad?

¿QUÉ ES LA ORTOREXIA?

Origen del término y su relación con la alimentación.

El término ortorexia procede de la combinación del griego ortos que significa “correcto, recto, válido o preciso” y orexis que significa “hambre o apetito”. Literalmente, sería algo así como “tratar de tener el hambre correcta”. Fue el médico Steven Bratman quien definió el concepto de ortorexia en 1997 para referirse a la fijación insana con lo que la persona piensa que es la alimentación sana. En 2001 Bratman y Knight publicaron el popular libro “Health food junkies” (algo así como “adictos a la comida saludable”) donde profundizaron más en el concepto de ortorexia. Desde entonces, la ortorexia no ha parado de estudiarse y de aumentar en la población general. Normal, considerando el aumento progresivo de la cultura de la dieta, el salutismo y últimamente también del negocio del wellness, lo que tiene un impacto en el comportamiento de los individuos especialmente de los que presentan mayor vulnerabilidad.

Definición precisa de la ortorexia.

La ortorexia es una alteración grave de la conducta alimentaria en la que la persona está fijada en la calidad de la comida y en la evitación de alimentos etiquetados como “insanos” o “malos”. A pesar de tener consecuencias negativas para su salud física y bienestar psicológico, la persona persiste en la búsqueda de su ideal de salud a través de la alimentación (Atchison & Zickgraf, 2022).

Diferencia entre alimentación saludable y ortorexia

A menudo la ortorexia comienza por el interés de la persona en comer alimentos que cree que son “sanos” en base a características como la calidad, el proceso de preparación y los beneficios asociados a la comida. La persona se va fijando cada vez más en lo “saludable”. Empieza a eliminar alimentos o grupos de alimentos en base a juicios sobre lo que es “bueno” y “malo”. Con el tiempo, ese énfasis se convierte en una completa obsesión. Irónicamente, lo que empieza como un esfuerzo por controlar la salud se convierte en una ausencia de control: una obsesión por lo saludable que controla la vida del individuo.
La ortorexia no es un diagnóstico reconocido en la última edición del DSM-5 (Manual diagnóstico para enfermedades y trastornos mentales). No está claro si es una variante de otros TCA o es un TCA único. No se discute si la ortorexia existe o no; lo que se discute es si es una categoría diagnóstica diferenciada o no. El debate está abierto, ya que muchos clínicos consideran que la ortorexia debería tener su propia categoría diagnóstica, requiriendo más investigación y un tratamiento diseñado específicamente para su presentación de síntomas (Reynolds & McMahon, 2020).

SÍNTOMAS DE LA ORTOREXIA

Enumeración de los signos físicos y emocionales, relaciones sociales y actividades cotidianas.

Recientemente, se han propuesto un conjunto de posibles criterios basados en los síntomas más frecuentes observados en las personas con esta condición de ortorexia (Donini et al., 2022):

  • Preocupación constante con la propia conducta alimentaria: esto lleva a imponerse reglas alimentarias rígidas y dedicar una gran cantidad de tiempo a planear, conseguir, preparar y comer alimentos según dichas reglas.
  • Necesidad de controlar continuamente la ingesta alimentaria. Pueden eliminar ciertos tipos de alimentos o grupos completos de alimentos.
  • Fijación en comer “puro”, “limpio”, “completo”, “orgánico”, “no procesado”. Pueden comprobar obsesivamente los ingredientes, limitar las comidas que contienen varios ingredientes, evitar alimentos no orgánicos, prohibirse alimentos con aditivos, etc.
  • Énfasis continuo en la cualidad saludable de la comida: tienden a categorizar los alimentos en “buenos o malos” según el número de ingredientes, cómo fue preparada la comida, y los supuestos beneficios de la comida.
  • Interés extremo en blogs, redes sociales, lecturas, que se centran en la salud y el estilo de vida saludable.
  • Distrés emocional con sentimientos de culpa, vergüenza y arrepentimiento cuando consumen alimentos considerados “malos” o “insanos”.
  • Percepción de baja autoestima cuando la persona no cumple con las reglas alimentarias autoimpuestas.
  • Rigidez general en la conducta alimentaria que lleva a una alimentación nutricionalmente deficitaria y desbalanceada que impacta la salud física y mental del individuo, originando disfunciones a nivel social, educacional y ocupacional.

RELACIÓN CON OTROS TRASTORNOS ALIMENTARIOS

En la ortorexia pueden presentarse o no síntomas frecuentes en otros TCA como la anorexia o la bulimia: miedo a subir de peso, preocupación por la imagen corporal, restricción calórica, etc.
El rasgo más distintivo de la ortorexia es que las personas con ortorexia restringen su alimentación en base a creencias rígidas sobre la salud. Y su principal motivación detrás de sus conductas es la salud. Las personas con anorexia o bulimia tienden a restringir su ingesta por razones más relacionadas con el peso o la forma corporal.
No obstante, en la inmensa mayoría de los casos nos encontramos que la ortorexia se presenta en algún grado al mismo tiempo que otro TCA restrictivo como la anorexia nerviosa (Atchison et al., 2022). Por ejemplo, la persona consume crema de cacahuete orgánica, pero controlando mucho la cantidad para “no pasarse de calorías”.

Dado el enorme impacto de la gordofobia en nuestra sociedad, resulta muy difícil encontrar una persona con una presentación pura de ortorexia sin el componente de miedo a subir de peso y el uso de la restricción alimentaria para controlar el peso. Desde la mentalidad de una persona con ortorexia controlar el peso es parte de su ideal de salud.

ORIGEN Y DESARROLLO DE LA ORTOREXIA

Restricción alimentaria extrema y rigidez

La ortorexia se desarrolla por una interacción de factores genéticos, biológicos, psicológicos y socioculturales. Evoluciona con el tiempo y se han descrito dos etapas marcadas.

En una primera etapa, la ortorexia suele empezar con una elección aparentemente inocua y loable de comer sano. Las personas con ortorexia suelen empezar dietas o estilos de alimentación de moda como: realfood, paleo, vegana, keto, orgánica, FODMAP, low carb, macrobiótica, etc.
Algunas personas pueden seguir esas dietas de manera segura, pero otras pueden desencadenar reglas alimentarias rígidas y escalar en una necesidad patológica por conseguir el perfeccionismo alimentario salutista. Algunas de esas dietas son muy deficitarias y desbalanceadas cuando se mantienen en el tiempo, provocando malnutrición

En una segunda etapa, la restricción alimentaria se convierte en una obsesión con el ideal de alimentación adoptado por la persona. Aquí suelen aumentar aún más la eliminación de alimentos o grupos de alimentos en base a la pureza percibida y los beneficios para la salud atribuidos a la comida. Esto lleva a la persona a dedicar cada vez más tiempo y esfuerzo a seguir sus estrictas reglas alimentarias. La obsesión por seguir las reglas le lleva a un estado de ansiedad permanente y se siente extremadamente culpable cuando no las cumple. Empieza a basar su autovaloración en lo bien que cumple sus reglas. Esta rigidez hace muy complicado socializar y mantener relaciones fuera de casa o con sus seres queridos.

Las reglas cada vez más rígidas y restrictivas llevarán a mayores desbalances nutricionales, malnutrición y complicaciones médicas.

PREVALENCIA Y FACTORES DE RIESGO PARA LA ORTOREXIA

UUna revisión reciente de 11 estudios revela que la tasa de prevalencia de la ortorexia en la población general es de 6,9%. Pero para los grupos de alto riesgo la tasa de ortorexia oscila entre el 35 y el 57%. Entre estos grupos se encuentran los profesionales sanitarios, especialmente los nutricionistas, algunos colectivos de artistas y los deportistas profesionales. Más allá de estos factores de riesgo ocupacional, destacan otros:

    • Factores individuales: tendencias y rasgos obsesivo-compulsivos, elevado perfeccionismo y autoexigencia, alteraciones de la alimentación o de la imagen corporal, diagnósticos previos de ansiedad, TOC o TCA, mayor estatus socioeconómico, etc.
    • Factores socioculturales: exposición intensa a cultura de dieta salutista; infoxicación alimentaria en redes sociales; moralización de la alimentación y la salud en el colegio, la familia, etc.

CONSECUENCIAS PARA LA SALUD FÍSICA Y PSICOLÓGICA

Desequilibrios nutricionales y carencias. Impacto en la salud física: problemas gastrointestinales, debilidad, fatiga.

Las consecuencias médicas de la ortorexia varían dependiendo del tipo y la cantidad de ingesta nutricional y si existen o no otras conductas alteradas de alimentación o ejercicio más allá de la puramente restrictiva/evitativa (ej., ejercicio excesivo). Algunas consecuencias de salud comunes derivadas de la malnutrición son: deficiencias de vitaminas y minerales (ej., anemia de hierro, déficit de vitamina B12), debilitamiento del sistema inmunológico, reducción de la masa muscular, alteración de la temperatura corporal, pérdida excesiva de pelo, problemas digestivos, desequilibrios electrolíticos, alteraciones hormonales, amenorrea hipotalámica, osteopenia, pérdida de peso no intencional, alteraciones del sueño, problemas circulatorios, hipotensión, menor energía, etc.

Conexión entre ortorexia y salud mental: ansiedad, depresión, obsesión.

A nivel mental y emocional, la persona con ortorexia a menudo manifiesta: altos niveles de ansiedad, irritabilidad, apatía, síntomas depresivos, evitación social, rigidez mental y conductual, pensamientos obsesivos sobre alimentación y salud, rituales y conductas compulsivas (suelen relacionarse con la comida, pero a veces también con el movimiento, la limpieza y el orden, los estudios, etc.).

TRATAMIENTO Y RECUPERACIÓN

Lo ideal es contar con un equipo multidisciplinar especializado en TCA que trabaje con un enfoque de salud no-dieta y peso-inclusivo. El tratamiento de preferencia es multidisciplinario incluyendo psicoterapia, terapia nutricional, coaching de recuperación, en ocasiones psicofármacos y la atención de diversos especialistas médicos.

Los profesionales deberían empezar realizando una evaluación exhaustiva de la persona y sus circunstancias, incluyendo patrones de conducta, pensamiento y emociones, historia de vida, evolución de la conducta alimentaria, consecuencias físicas, etc.

Si el patrón alterado de alimentación que predomina en la persona es la ortorexia prototípica frente al deseo de tener un cuerpo delgado o ajustado a cierto canon de belleza, la intervención se puede centrar en modificar las conductas restrictivas y evitativas en torno a la alimentación; reprogramar las creencias y los pensamientos desordenados sobre la alimentación y la salud; reducir la excesiva preocupación por la salud; y restablecer una conducta alimentaria flexible e intuitiva. Si hay un componente de control del peso u otros subyacentes compatibles o no con otros TCA (base de trauma, ejercicio excesivo, autoestima, etc.) deberán resolverse también.

La investigación sugiere que la terapia cognitivo-conductual y dialéctico-conductual junto con psicofármacos del grupo de los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina como fluoxetina o sertralina puede ser una estrategia terapéutica eficaz para la ortorexia. Es importante trabajar con el entorno cercano de las personas afectadas, necesariamente si son menores de edad.

¿CÓMO SABER SI TENGO ORTOREXIA?

Si notas que tiendes a etiquetar automáticamente los alimentos en “ultraprocesados” “sanos o insanos” “buenos o malos”; tienes multitud de reglas alimentarias que seguir; sientes culpa, remordimiento o ansiedad cuando no cumples con alguna de tus reglas alimentarias; buscas consejos de salud en redes sociales y dedicas gran parte de tu tiempo y dinero a conseguir “salud” o comer perfecto… puedes sufrir ortorexia.

Es muy frecuente que con el paso del tiempo las personas con ortorexia manifiesten debilidad, fatiga, cansancio, falta de energía general, etc.

Ejemplos de ítems que se usan para evaluar la ortorexia (Donini et al., 2005):

  • ¿Dedicas 3 horas o más al día a pensar en tu alimentación?
  • ¿Te sientes culpable cuando sales de tu alimentación habitual?
  • ¿Se ha reducido tu calidad de vida conforme ha aumentado la calidad de los alimentos que consumes?
  • ¿Sientes confusión cuando vas a un supermercado de comida?
  • ¿Lees todas las etiquetas nutricionales de los productos?
  • ¿Gastas mucho dinero en comprar comida que consideras “sana”?
  • ¿Evitas comer alimentos que consideras malos o insanos?
  • ¿Sufres nerviosismo si vas a lugares donde hay comida que consideras “insana”?
  • ¿Dejas de ir a sitios o hacer actividades sociales por si no hay tu comida habitual?
  • ¿Sigues muchas cuentas en RRSS sobre alimentación saludable?
  • ¿Llevas tu propia comida preparada en casa a los sitios donde viajas?
  • ¿Juzgas mucho las elecciones alimentarias tuyas o de otras personas en base a cuán saludables son?

Si estos síntomas resuenan contigo, por favor, busca atención especializada lo antes posible. ¡En RecoverEdTobe podemos ayudarte!

 

 

REFERENCIAS

  •  Atchison, A. & Zickgraf, H. (2022). Orthorexia nervosa and eating disorder behaviors: A systematic review of the literature. Appetite, Vol. 177.
  •  Bratman, S. & Knight, D. (2001). Health food junkies. Orthorexia Nervosa: Overcoming the obsession with healthful eating. New York: Broadway Books.
  •  Donini, L., Marsili, D., Graziani, M. et al. (2005). Orthorexia nervosa: Validation of a diagnosis questionnaire. Eat Weight Disord, 10: 28–32.
  •  Donini, et al. (2022). A consensus document on definition and diagnostic criteria for orthorexia nervosa. Eat Weight Disord, 27: 3695–3711.
  •  Reynolds R, McMahon S. (2020). Views of health professionals on the clinical recognition of orthorexia nervosa: a pilot study. Eat Weight Disord, 25: 1117-24.
  •  Miriam Sanchez & Ilana Borovoy (2020): “Del salutismo a la ortorexia”
  •  Eli Custo & Miriam Sanchez (2020): “Realfooding: Estilo de alimentación o estilo de restricción”